Mi esposa y yo vivimos en un sencillo departamento de dos dormitorios en el sexto piso. Nos encanta la vista que tiene de la ciudad desde su balcón y su distribución básica. ¡Y no hay que cortar el césped ni hacer trabajo de jardinería!
Pero nuestro pequeño hogar tiene sus limitaciones. Una en particular es un severo problema con el suministro de energía. Es imposible hacer funcionar dos aparatos eléctricos al mismo tiempo. Si enciendes el horno mientras el lavavajillas está funcionando, o si enciendes la secadora de ropa junto con el calentador, en unos cuantos minutos el cortacircuitos se activa. Todo se estanca y nos quedamos en oscuridad.
Nuestro problema de energía me hizo pensar en la vida espiritual. Los cristianos tienen un llamamiento orientado a las personas, con interminables aventuras emocionantes para hacer la trayectoria con Dios. Pero la mayoría de los apasionados seguidores de Jesús descubrirán que se puede abusar del versículo que dice: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13). Al poco tiempo, su gozo inicial en el servicio se vuelve opaco. Quedan cansados y estresados. Al igual que los circuitos de mi modesta vivienda, comienzan a rayar en el agotamiento.
Debemos reconocer nuestro propio suministro y límite de energía. Demasiadas veces he sentido que mis circuitos se sobrecargan y que el cortacircuitos está por activarse. El cristianismo es una fe en acción, pero también de descanso:
• Jesús les enseñó ese principio a sus discípulos (Marcos 6:31).
• Marta tuvo que aprenderlo (Lucas 10:38-42).
• A Moisés se le prometió (Éxodo 33:14).
• El Padre incluso lo dio como ejemplo (Génesis 2:2-3) y también lo hizo el Hijo (Lucas 5:15-16).
Los cortacircuitos han sido ingeniosamente diseñados para que, cuando la carga eléctrica se pone muy pesada, se activen, de modo que se detiene el nivel peligroso de corriente, los circuitos no quedan fritos, y el aparato eléctrico no se daña.
¿Cómo está la carga de tu vida y de tu horario? ¿Estás funcionando a niveles peligrosos? ¿Qué se tiene que «apagar»? Recuerda las palabras de Jesús: «Venid, … a un lugar solitario y descansad un poco.» —SV