El día de hoy marca el inicio del equinoccio otoñal para el hemisferio norte de la tierra: el principio del otoño. El sol finalmente ha desistido de derretir hielo en el Ártico, y está pasando sobre el ecuador en su migración anual hacia el sur para comer un poco más de hielo en la Antártica. Ha estado haciendo eso desde que yo tengo memoria. ¡Desde que la tierra tiene memoria!

Las estaciones son sólo uno de los mensajes naturales de Dios para nosotros. Tal como Pablo indicara en una de las afirmaciones teológicas más profundas de la Biblia (Romanos 1:20), todo lo que experimentamos en el mundo a nuestro alrededor revela algo del poder incesante de nuestro Creador y su deidad. A continuación lo que nuestros sentidos pueden descubrir acerca de Dios en nuestro mundo:

•Tiempo sin fin (sin principio ni final claramente aparente)
•Espacio sin fin (eternidad vista por medio del microscopio y el telescopio)
•Vida maravillosa (aparente sólo en la Tierra)
•Muerte temible pero esencial (vinculada con la vida)
•Misterio profundo (como la luz y la materia, las cuales desafían la plena comprensión humana)
•Orden (a partir de un aparente caos)•Complejidad (desafiando la explicación
•Poder imponente (muchísimo más que el nuestro)
•Diseño inteligente (más allá de la duplicación humana)
•Gran variedad (biodiversidad)
•Asombrosa adaptación (a menudo llamada «microevolución»)
•Belleza abrumadora (que toca el corazón y el alma)
•Brecha que no se puede cerrar entre la gente y las demás cosas creadas. Gente con la capacidad exclusiva del pensamiento creativo, el razonamiento abstracto y el lenguaje simbólico, con una moralidad innata y el instinto de adoración.

La próxima vez que la gente te insinúe que la existencia de Dios no tiene sentido, anímalos a usar sus sentidos.  —DO