No conseguíamos billetes a ninguna parte. Acabábamos de concluir un viaje misionero a Jamaica y tratábamos de regresar a casa. Sin embargo, la línea aérea tenía problemas y, sin importar lo que dijeran nuestros billetes, no podíamos salir de la Bahía de Montego. Una y otra vez escuchábamos: «Su vuelo se ha cancelado». Aunque habíamos comprado los billetes de buena fe, la aerolínea no podía cumplir su promesa de llevarnos de vuelta a los Estados Unidos. Tuvimos que quedarnos un día más antes de abordar un avión de regreso.
Imagina que vas camino al cielo y descubres que tu billete no sirve. Puede suceder. Si confías en el plan equivocado, llegarás a las puertas del cielo, pero no podrás entrar para vivir con Dios para siempre.
El apóstol Pedro dijo que sólo en Jesús hay salvación (Hechos 4:12). Jesús dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí» (Juan 14:6). El único billete al cielo lo tienen quienes han puesto su fe en Jesucristo y en Su muerte en la cruz para pagar por el pecado de ellos.
Algunos ofrecen otros caminos, pero esos billetes no sirven. Para asegurarte de que vas al cielo, confía en Jesús. Él es el único camino.