Al industrial e inventor cristiano R.G. LeTourneau se lo conoce por sus enormes máquinas removedoras de tierra. A uno de sus productos simplemente se lo conocía como el «Modelo G». Un posible comprador, con la esperanza de dejar perplejo al vendedor, preguntó, «¿Qué quiere decir la “G”?»
«Imagino que la G es para chisme (gossip, en ingles)», fue la rápida respuesta del vendedor. «Porque, al igual que el chisme, esta maquina mueve mucho lodo, ¡y lo hace rápido!»
Proverbios tiene mucho que decir acerca de los chismes: Los que andan en chismes no son dignos de confianza (11:13) y se los debe evitar (20:19). Los chismes separan a los amigos más íntimos (16:28) y mantienen hirviendo los conflictos en las relaciones (18:8). Le echan leña al conflicto, alimentando las llamas del dolor y los malentendidos (26:21-22).
La palabra hebrea para «chisme» o «contar cuentos» en realidad significa «susurro que es dañino». Nos engañamos al pensar que esos comentarios que se susurran aquí y allá son inofensivos. Pero el chisme deja tras sí una amplia estela de destrucción, y es un crimen que siempre deja víctimas. Alguien siempre sale herido. Así que, he aquí una palabra para los sabios: «Donde no hay chismoso, cesa la contienda» (Proverbios 26:20). Dejemos el desguace para las grandes máquinas. ¡Guardemos las palas y deleitémonos en el gozo de las relaciones libres de chismes!