¿Has escuchado a un perro o a un gato últimamente? Las personas conocidas como «comunicadores de animales» afirman que pueden escuchar telepáticamente lo que los animales están pensando. Un artículo de periódico hablaba de una mujer que dijo que un perro de tres patas le hizo esta confidencia: «Me duele el hombro izquierdo, pero no es gran cosa.» Me puedes llamar escéptico si quieres, pero yo no lo creo.
Ahora bien, más que molestarme con personas que dicen hablar por los animales, me molesta cuando una persona afirma hablar por Dios, sobre todo cuando lo que dice no está de acuerdo con la Palabra.

No sólo me refiero a una persona que afirma que un extraterrestre le dio un mensaje del Señor. Tenemos que tener cuidado incluso cuando leemos un libro cristiano o miramos televisión cristiana, o escuchamos a un pastor o a un maestro en nuestra iglesia, o leemos algo en Nuestro Andar Diario. Tenemos que comprobar nuestros propios pensamientos y palabras con lo que la Biblia enseña.

Mi papá me recordaba a menudo que evaluara mi propia manera de pensar y escribir preguntando: «¿En realidad dice eso la Biblia?» ¿Puede una afirmación estar apoyada por las Escrituras, o simplemente el orador o escritor dice lo que quiere decir y le está pegando un versículo para tratar de darle legitimidad?

El profeta Isaías acusó al pueblo de Dios de jugar con el ocultismo escuchando a médium y espiritistas (quienes aparentemente decían lo que la gente quería escuchar). Les dijo que en lugar de ello deberían estar escuchando lo que Dios ha dicho (Isaías 8:19- 20).

Si no estamos evaluando ideas por medio de una norma objetiva, ¿quién puede decir que lo que alguien dice es bueno o malo? Después de todo, según el dueño de un perro que cree que los animales pueden hablar telepáticamente, «nunca sabremos con certeza. Al final tienes que seguir lo que te diga tu corazón».
He aquí otra opción: ¿Por qué no seguir lo que hay en la Biblia?  —KD