Hace un tiempo, Nuestro Pan Diario publicó un artículo que escribí sobre una joven que llevaba una camiseta que decía: «El amor es para perdedores». Allí comenté sobre lo triste de esa frase y el daño que representaba.
Me sorprendí cuando una lectora le dio a la frase un enfoque completamente diferente. Envió un mensaje donde informaba que su hija y unas amigas de ella —todas tenistas— usaban camisetas con esa leyenda. En el tenis, la palabra love, que en español significa amor, indica que el tanteador es cero. Si tu tanteador en un juego es love, quiere decir que estás perdiendo; por lo tanto, en el tenis, love, o amor, es realmente para los perdedores. La nota de esa madre me dio una nueva perspectiva del concepto.
Este incidente me recordó con qué facilidad emitimos juicios equivocados en un primer momento. Si nos basamos en una información incompleta o inexacta, podemos apresurarnos a sacar conclusiones erróneas y a hacer juicios de valor insuficientes sobre la gente y las situaciones. Y esto puede dañar tremendamente a los demás.
Hablando de la gente que lo había juzgado mal, Jesús advirtió: «No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio» (Juan 7:24). Debemos procurar que nuestros juicios estén respaldados con la información correcta (la verdad) y la actitud acertada (la compasión de Cristo). Prueba con este lema: «El juicio correcto es para los ganadores».