Una de las cosas más especiales que tengo en la pared de mi oficina, en casa, es un Certificado de Autenticidad.
Tiene el logo del vuelo 110 de la nave espacial norteamericana Atlantis, que fue lanzada en abril de 2002. A bordo iba el especialista en misiones Rex Walheim, quien llevó al espacio exterior un artículo de Nuestro Pan Diario titulado «Ver la gloria de Dios». El teniente coronel Walheim me mandó ese certificado para probar que el devocional realmente había salido de la atmósfera terrestre.
A veces necesitamos esta clase de cosas: documentos que verifican una verdad. Si yo le mostrara ese artículo a alguien y le dijera: «Esto viajó en la nave espacial», podría dudar de mis palabras porque no tendría una prueba. Sin embargo, cuando Walheim me envió el Certificado de Autenticidad, me dio el comprobante.
En su primera carta, Simón Pedro elaboró un Certificado de Autenticidad para su mensaje sobre la gracia de Dios. En el capítulo 5, dijo: «… os he escrito brevemente, amonestándoos, y testificando que ésta [la carta] es la verdadera gracia de Dios» (1 Pedro 5:12). Estaba asegurándoles a sus lectores que los numerosos mensajes de su epístola (temas sobre la esperanza, el coraje e incluso el sufrimiento) eran auténticos y que demostraban la gracia de Dios.
¿Buscas alguna prueba de la gracia de Dios? Lee 1 Pedro y confía en que su enseñanza es el auténtico documento.