En diciembre de 1997 nos enteramos de un incidente que nos dejó fríos. Un joven disparó a un grupo indefenso de 20 adolescentes que se encontraban orando pacíficamente antes de empezar las clases en una escuela de Paducah, Kentucky. Tres jovencitas perdieron la vida.
Otros cinco estudiantes resultaron heridos. ¿Cómo se explica esta tragedia?
Nuestros corazones se afligen por las víctimas y lloran por las familias acongojadas. Sin embargo, en Cristo, nuestros corazones encuentran esperanza de sanidad.
En el entierro de las tres jovencitas que murieron en Kentucky, Steven Curtis Chapman cantó una canción y compartió el evangelio con los que asistieron. Luego condujo a la gente a orar por arrepentimiento (Lucas 18:13).
Steven pidió a los que acababan de entregar su vida a Cristo que se pusieran de pie. Casi 100 personas se pararon para indicar que habían tomado la decisión.
Los padres de las estudiantes que perdieron la vida se pusieron de pie para contemplar la multitud de personas cuyas vidas en Cristo acababan de empezar. Eso les trajo un rayo de esperanza en la oscuridad de su aflicción.
Justo 10 días después, en el mismo lugar donde 20 adolescentes se habían reunido a orar aquel trágico día, 200 estudiantes inclinaron sus cabeza y elevaron sus corazones a Dios. La muerte no fue vencedora. ¡Prevaleció la esperanza en Cristo!
A veces necesitamos sanidad. Al igual que el salmista en el Salmo 42, puede que derrames algunas lágrimas esta semana. Puede que te sientas «decaído». Tal vez te sientas olvidado por Dios.
Él está ahí y escucha todas tus oraciones.
Aunque los tiempos pueden ser difíciles, recuerda que Dios puede sacar cosas buenas de una tragedia. Puede pintar un arco iris en un cielo gris. Él es la fuente de nuestra esperanza.
Vuélvete de tu preocupación. Pon tu esperanza en Dios. Alábalo, porque Él es bueno. Es hora de sanar. —TF
R E F L E X I Ó N
■ ¿Qué preocupaciones o temores tengo que dar a Dios ahora mismo?
■ Cuando leo los Salmos, ¿qué otros versículos me alientan a esperar en Dios?