Una diferencia básica entre los hombres y las mujeres es que en general, se puede sobornar a las mujeres con flores y a los hombres con comida. Por ejemplo, el Día de las Secretarias le compro un atractivo bouquet de flores a la secretaria de nuestra oficina. Mientras ella dice
efusivamente: «¡Oh! ¡Qué hermosas!», yo pienso que un buen pedazo de pastel de chocolate se vería mucho mejor.
Pero no digo nada. Simplemente le tomo la palabra a Kathy. Y es verdad que las flores se ven muy bonitas. Pero hasta la mujer a quien más feliz hagan las flores tendría que admitir que, para ser honestos, esas hermosas flores están MUERTAS. Una vez que las cortas de la planta y las colocas en un arreglo, pierden el contacto con la fuente de vida: empiezan a morirse.
Eso sucede también con nuestras vidas cristianas. Jesús dijo en Juan 15:5: «Separados de mí, nada podéis hacer.» Pero como somos cabeza dura, todavía pensamos que podemos hacerlo todo por nuestro propio esfuerzo. De modo que lo dejamos fuera.
Es verdad que disimulamos bien, sonriendo en los momentos adecuados, compartiendo versículos de vez en cuando, asistiendo a reuniones y campamentos cristianos.
Pero podríamos ser como un bouquet de flores: lucir bien y en realidad estar secándonos espiritualmente porque nos hemos cortado de la fuente de vida: de Cristo.
Pero no te desanimes. Todos los cristianos con los que te encuentres hoy tienen la misma lucha. Todos y cada uno de ellos tienen que tomar una decisión a diario: ¿Obedezco a Dios o sigo mi propio camino? De la misma manera en que una planta necesita riego y cuidado constante, nosotros necesitamos permanecer cerca de nuestra fuente de energía: el Señor.
Si no lo hacemos corremos el riesgo de ser como un bouquet de flores: lindos por fuera, pero muertos por dentro.
Señor, ayúdame a permanecer cerca de Ti para no secarme espiritualmente. —JC
R E F L E X I Ó N
■ ¿Cuál soborno da mejor resultado conmigo: las flores o la comida? ¿Por qué?
■ ¿Por qué es tan difícil para mí vivir separado del poder de Jesucristo?
■ ¿Cómo me puedo mantener «arraigado» a mi fuente de vida?