Empiezas respirando profundamente, hiperventilando para oxigenar tu cuerpo completamente. Después de inhalar aire por última vez, te deslizas debajo de la
superficie del agua y te empujas hacia abajo. A 15 metros de profundidad, tus piernas se relajan, pues la gravedad se hace cargo y te deslizas sin esfuerzo hacia abajo por el agua como una piedra que cae. Un minuto después agarras
la etiqueta de confirmación de una cuerda guía a 76 metros de profundidad, lo cual demuestra tu marca de descenso aguantando la respiración para un buzo de peso constante sin ayuda de equipo de respiración.
Ahora debes vencer la gravedad e impulsarte hacia la superficie para recorrer una distancia equivalente a 19 pisos. Te arden los pulmones y tus músculos gritan pidiendo alivio al entrar en la zona de peligro: los últimos 12 metros hasta la superficie. No son las profundidades las que más muerte causan, sino los desmayos que se producen en aguas de poca profundidad. De repente te
sientes flojo y todo se pone oscuro. Cuando te vienes a dar cuenta, alguien te sostiene en la superficie, dándote cachetadas y gritando: «¡Respira! ¡Respira!» Le debes la vida a uno de los buzos de seguridad de tu ruta submarina,
alerta y capaz de ayudar cuando no te quedan fuerzas.
Es el final del año escolar: la zona de peligro de la tensión académica, noches de poco sueño y un anhelo de liberación. Si conoces a Cristo y estás caminando con Él, imagínate que eres uno de los «buzos de seguridad» de Dios colocado junto a la ruta de algún compañero de estudios o amigo que lucha por llegar al final.
Gálatas 6:1,2 nos manda: «Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta,
vosotros que sois espirituales, restauradlo con espíritu de mansedumbre,
considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.»
Está preparado, sigue respirando en el Espíritu de Dios, y sal a ayudar a alguien a la primera señal de necesidad. —DM
R E F L E X I Ó N
■ ¿De qué forma es el final del año escolar una zona de peligro espiritual para
mí?
■ ¿Cómo me puedo cuidar mientras trato de terminar bien este año?
■ ¿Hay alguien por quién deba estar orando o a quien deba estar exhortando
como hermano o hermana en Cristo?