El 21 de marzo de 1969, una patrulla del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos en Vietnam descendió por un empinado banco para llenar sus
cantimploras en una corriente de agua. Mientras se encontraban agachados en poco menos de un metro de profundidad en el agua, de repente se escuchó el fuego de ametralladoras y granadas. Varios hombres resultaron heridos.
Un informe oficial reveló que un joven soldado, «sin importarle para nada su propia seguridad … ayudó a varios marinos. A pesar del pesado ataque, hizo varios viajes [al agua para rescatar a sus camaradas caídos] … hasta que lo
hirieron a él y no pudo continuar».
Veintiún años después, uno de los hombres heridos que él había rescatado se enteró de que el amigo que lo había ayudado aún estaba vivo. Decidió asegurarse de que reconocieran su acto de heroísmo. El marino a la larga
localizó a Jim Lahr, el que lo rescató, quien hoy se encuentra paralítico de la cintura para abajo a causa de sus heridas. Con un corazón lleno de agradecimiento hizo lo necesario para que Jim recibiera una estrella de bronce por su heroísmo, honor que, aunque retrasado, tenía bien merecido.
Me conmueve profundamente la decisión de este soldado de honrar al que le salvó la vida. Logró para él un reconocimiento nacional.
Sin embargo, eso también me pone a pensar en mí. Hay Uno, Jesucristo, que pagó un precio mucho mayor para salvarme. ¿Por qué es que tantas veces percibo en mí falta de emoción hacia Cristo? ¿Cómo puedo ser indiferente cuando se cantan himnos que hablan de su obra por mí? ¿O cuando se alaba su nombre en un sermón o en un testimonio?
Nadie merece el honor que merece el Señor Jesús. Nadie ha sacrificado nunca
tanto. ¡No es de extrañar que la Biblia nos diga que todo el cielo lo alabará por
siempre!
Padre, perdónanos por no dar a tu Hijo la honra que merece. Llena nuestros
corazones de alabanza a Él. Amén. —MD
R E F L E X I Ó N
■ ¿Me inclino a tomar a la ligera mi rescate del pecado y de la muerte, así como
mi salvación?
■ ¿Cuáles son algunas de las maneras en que puedo honrar a Jesucristo?
■ ¿Alguna vez he contado a alguien las cosas maravillosas que Jesús ha hecho
por mí? ¿Cómo puedo empezar?