P: ¿Qué hace JAU, JAU, JAU, —fiuuuuu— (jau jau jau)?» R: Un perrito terrier a quien se lo tragó una máquina barredora de calles.
A un pobre perrito, al que llamaremos «Mufy», se lo tragó una máquina barredora de calles en Swansea, Gales, porque se le acercó demasiado. Los dueños, que vieron desaparecer a su perrito, se horrorizaron e inmediatamente detuvieron la enorme máquina.
Al abrir el bote (o donde sea que recojan la basura), se sintieron aliviados al encontrar a un pequeño canino batido, pero vivo. ¡A Mufy no le afectó el susto en absoluto!
Todos hemos visto cómo los perros se quedan fijos mirando ciertos objetos, ya sea un gato subido pícaramente sobre una cerca fuera de su alcance, o las piernas del cartero que se mueven rápidamente. (No mucha gente sabe que las piernas que corren se ven, a través de los ojos de un perro, como alimento para perro en movimiento.)
Los perros pueden tener un buen hueso para masticar, o un césped recién cortado para correr, o un cálido sol en el que calentarse, pero si ven algo que no quieren o que no les gusta…
«JAU, JAU, JAU.» (Traducción: «Tengo una fijación en este objeto ahora mismo.»)
No estoy diciendo que seamos como los perros, pero nosotros también podemos tener fijaciones, una visión muy estrecha o ser muy miopes.
Tomemos, como ejemplo, nuestras vidas espirituales. Jesús señaló a los fariseos
que hacer énfasis en las «cosas buenas» no era la base de una buena relación con Dios. Él pensaba que ellos tenían una fijación con cosas equivocadas. He aquí algunas de las cosas que nos pueden pesar mucho —o sofocarnos— espiritualmente:
• Rituales religiosos
• Tradiciones
• Obras
• Hacer algo grande de asuntos discutibles
• ¿Has estado ladrándole al árbol equivocado? Busca una relación personal
creciente con Jesús mediante la oración y un estudio cuidadoso de su Palabra.
Asegúrate de que no te lleve un impostor de la fe verdadera y de la vida real. —TF
R E F L E X I Ó N
■ ¿De qué manera he estado haciendo hincapié en las tradiciones, los rituales y
las obras, y no en una relación personal con Cristo?
■ ¿Qué me ha enseñado Jesús últimamente?