¡Eso es lo que se llama un chorro de dinero! Unos 100 estudiantes de una escuela intermedia tuvieron la oportunidad de ver algo bien sorprendente: montones de dinero (billetes de 100, 50, 20 y 10… y monedas también)
que revoloteaban y rodaban por la calle al frente de su escuela.
Los estudiantes habían salido a dar una caminata cuando se encontraron con los billetes voladores. De inmediato empezaron a recogerlos por fardos y (esto
podría sorprenderte) a entregarlos rápidamente a la policía. La cantidad total de dinero que recogieron fue de 4.500 dólares. (No exactamente lo que llamaríamos dinero menudo para niños de 11 y 12 años.)
El dinero cayó en la calle cuando un trío de ladrones lo tiró del auto después de robar un banco a mano armada. Un paquete explosivo de pintura roja se había disparado y había manchado algunos billetes, por lo que los ladrones arrojaron el botín.
La policía y el director de la escuela de los niños se impresionaron con su honestidad. «Pudieron haberse quedado todo el dinero, pero no lo hicieron» —dijo el director.
¿Qué habría pasado si los niños se hubieran quedado parte del dinero limpio?
Los podían haber arrestado por robo, algo definitivamente muy grave. Sin embargo, lo que es más grave es lo que el robo hubiera revelado de la condición de sus corazones.
Si nos permitimos ser un poquito deshonestos, es probable que nos sintamos
menos inclinados a ser honestos en las cosas grandes. La deshonestidad puede llegar a ser un estilo de vida que conduzca al desastre.
Dios aborrece la falta de honestidad. Él quiere balanzas y vidas honestas. Cuando el rey David estaba recolectando bienes para la construcción del templo dijo: «Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto…» (1 Crónicas 29:17).
David reconoció la importancia de la honestidad con Dios, aun en el acto de dar.
Él sabía que ser honesto no es sólo decir la verdad: son nuestros pensamientos,
palabras y obras demostradas en nuestra manera de vivir. Es tener un corazón que desee agradar a Dios haciendo lo correcto.
Con eso en mente… ¿qué hubieras hecho tú con el efectivo? —TF
R E F L E X I Ó N
■ ¿En qué maneras me siento tentado a ser deshonesto?
■ ¿Cómo puedo vencer la tentación y honrar a Dios siendo honesto?