Una de las primeras cosas que aprendemos en la escuela es que algunos profesores saben enseñar y otros no. Todos hemos sufrido en algún semestre por un profesor que se las arreglaba para hacer de una asignatura interesante un tema seco y aburrido. Y hemos quedado eternamente agradecidos por el profesor cuyas historias jocosas y escandalosas actividades en clase hicieron que la química o las ciencias políticas cobraran vida.
Tal vez fuera el recuerdo de una pesadilla del aula de clases lo que motivó a dos estudiantes de 20 años y pico a empezar a producir complementos a las asignaturas universitarias en video… pero con una peculiaridad. Todo el material está escrito por académicos, pero está presentado por comediantes profesionales. Los productores concluyeron que habían aprendido mucho
más en la universidad de los profesores que eran entretenidos.
¿Te imaginas a un profesor más interesante y cautivador que Jesús? Siempre estaba contando historias acerca de situaciones de la vida real. En vez de limitarse a hablar del amor de Dios, lo demostró tocando a la gente que tenía lepra y conversando con los parias de la sociedad.
¿Dio lecciones prácticas? ¿Hizo experimentos? Los milagros de Jesús de alimentar a 5.000 con una bolsa pequeña de comida rápida y de calmar una fuerte tormenta en el mar dejaron a la gente asombrada y preguntándose: «¿Quién es este hombre?»
¿Era Jesús divertido? A mí me parece escuchar risas en el trasfondo cuando se
enfrentó con los fariseos o cuando pagó los impuestos con una moneda que encontró en la boca de un pez.
En nuestro esfuerzo por presentar a Jesús en toda su gloria como Salvador y Señor, a menudo olvidamos que la gente también lo llamaba «Maestro» y estaba atenta a cada una de sus palabras. Le hacían preguntas sobre todo, desde asuntos religiosos controvertidos hasta temas de la vida y la muerte.
Jesús fue y es el Maestro más grande el mundo. Es nuestro Maestro y tenemos una clase con Él hoy. La asignatura es «Vida 001», y nos reinscriben automáticamente todos los años.
Es fantástico saber que para el curso más difícil del programa de estudios, tenemos al mejor Maestro de la escuela. —DM
R E F L E X I Ó N
■ ¿Qué preguntas importantes tengo hoy para Jesús?
■ ¿Cómo puedo estar más alerta a sus respuestas?
■ ¿De qué manera pensar en Jesús como Maestro afecta mi punto de vista sobre
lo que tengo que enfrentar hoy?