Te presento a Kwong Yiu-hong, de Hong Kong. Hace 10 años, Kwong cometió un error del tipo «atracción fatal» que salió muy mal. He aquí la historia.
Kwong conoció a una mujer en Macao a mediados de los años 80. Aunque se acababan de conocer, durmieron juntos esa noche. A la mañana siguiente, la amante de Kwong le pidió que le garantizara un préstamo de 15.385 dólares. Él aceptó, tomando así otra mala decisión.
La mujer se fue de la ciudad. Lo veías venir, ¿verdad? Kwong se quedó con una deuda que no podía pagar. Para 1993, la cantidad que debía había llegado a 115.385 dólares.
Puesto que los usureros lo tenían acorralado, el señor Yiu-hong tomó otra mala decisión. Desfalcó a su patrono 107.000 dólares para tratar de pagar el dinero que debía.
No hace falta decir que lo descubrieron. A cambio de los «beneficios» de pasar una noche con una mujer, Kwong se encuentra hoy en la cárcel cumpliendo una
condena de 2 años.
Esta dramática historia contiene una clara advertencia. Dios tiene un hermoso plan para el matrimonio y las relaciones sexuales. Cuando nos salimos de ese plan, de seguro tendremos una fea experiencia.
Algunas personas, después de una noche de pasión, despiertan sintiéndose utilizadas y sucias. Otras despiertan con una enfermedad venérea, a veces con
SIDA. Todos los que tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio despiertan la primera vez con sentimientos de culpa por la pérdida de su virginidad. Algo hermoso que Dios ha diseñado para que experimentes con un miembro del sexo opuesto en el lecho matrimonial se ha vulgarizado y destruido para siempre.
¿Hay perdón en Cristo? Sí. Pero eso no cambiará los efectos físicos (como las
enfermedades) ni los emocionales (como los recuerdos y los sentimientos de culpa).
Malaquías escribió: «¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿No hizo él un solo ser?
(2:10,15). De la misma manera en que Dios tiene planes especiales para su pueblo, planes de pureza en devoción a Él, así también tiene un plan y un propósito específico para la pureza en las relaciones sexuales.
Si Kwong pudiera volver atrás y faltar a su lamentable cita, estoy seguro de que lo haría. Asegúrate de que nunca escribas tu propia historia triste. Espera a casarte para tener relaciones sexuales. Es el plan perfecto de Dios. —TF
R E F L E X I Ó N
■ ¿Han sido puras mis relaciones sentimentales?
■ ¿Qué voto voy a hacer hoy para que mis relaciones con el sexo opuesto honren a Dios?