En su entretenido libro Come, dispara y se va, Lynne Truss se lamenta del problema del mal uso de la puntuación. Muchas veces, esto también se extiende a las traducciones. Truss narra la historia de un panda que entra en un café, pide un emparedado, lo come y, luego, saca una pistola y comienza a disparar. Cuando un mozo le pregunta por qué actuó así, el animal le entrega una guía sobre vida silvestre, mal puntuada y mal traducida, y le dice que busque la descripción de un panda. Decía: «Panda: Mamífero de gran tamaño, color blanco y negro, parecido a un oso, nativo de China. Come, dispara y se va».
Colocar una coma después de la palabra come, en inglés eat, puede confundir por completo al traductor. Las palabras dispara (en inglés, shoot, también significa brotes) y se va (en inglés, leaves, también significa hojas) se usaron erróneamente en lugar de aludir a plantas para comer. En realidad, la guía debía decir: «Come brotes y hojas».
El correcto uso del idioma también es importante para el estudio bíblico. Pablo lo describió así: «usa bien la palabra de verdad» (2 Timoteo 2:15). La frase «usa bien» se empleaba para describir a un artesano talentoso que cortaba algo derecho. En el contexto espiritual, significa un estudio diligente y minucioso, guiado por Espíritu Santo; enseñar la verdad de manera directa y correcta. Esta debe ser la prioridad de todo creyente aplicado.