En 2017, en la etapa clasificatoria entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago para la Copa del Mundo, los Socca Warriors asombraron a todos cuando derrotaron a la selección nacional estadounidense —ubicada 56 lugares más arriba en el ranking— con un inesperado 2 a 1, eliminándola de la Copa de 2018.
En parte, esa victoria fue tan inesperada porque la población y los recursos de Estados Unidos superaban muchísimo a los de la nación caribeña. Pero esas aparentemente insuperables ventajas no bastaron para derrotar a los Socca Warriors.
La historia de Gedeón y los madianitas muestra un resultado similar: un grupo pequeño de soldados contra un gran ejército. De tener los israelitas más de 30.000 soldados, el Señor los redujo a 300, para que la nación supiera que el éxito dependía de Él; no del tamaño de ejército, del dinero del tesoro ni del talento de sus líderes (Jueces 7:1-8).
Puede ser tentador colocar nuestra confianza en cosas que podemos ver o medir, pero ese no es el camino de la fe. Cuando estamos dispuestos a depender de Dios, «[fortalecidos] en el Señor, y en el poder de su fuerza» (Efesios 6:10), podemos enfrentar las circunstancias con valentía, aunque nos sintamos abrumados e incapaces. Su presencia y poder pueden hacer cosas asombrosas en y a través de nosotros.