El antropólogo Donald Brown enumera más de 400 comportamientos que considera denominadores comunes de la humanidad, tales como juguetes, chistes, bailes, temor a serpientes y ¡atar cosas con cuerdas! Asimismo, cree que todas las culturas tienen conceptos de lo correcto e incorrecto, del valor de las promesas y de lo equivocado de la avaricia y el asesinato. Todos tenemos una conciencia, sin importar de dónde seamos.
Hace siglos, Pablo señaló algo similar. Dios había dado los Diez Mandamientos a los judíos para diferenciar lo bueno de lo malo; pero en el caso de los gentiles, estos podrían hacer lo correcto obedeciendo a sus conciencias, porque la ley de Dios estaba escrita en sus corazones (Romanos 2:14-15). Pero esto no significaba que siempre hacían lo correcto. Los gentiles se rebelaban contra sus conciencias (1:32) y los judíos quebrantaban la ley (2:17-24), lo que hacía a todos culpables. Pero mediante la fe en Jesús, Dios quita la pena de muerte por toda nuestra desobediencia (3:23-26; 6:23).
Puesto que Dios creó a todos los seres humanos con un sentido del bien y del mal, quizá algunos nos sintamos culpables por algo malo que hicimos o algo bueno que no realizamos. Pero cuando confesamos esos pecados, Dios quita la culpa. Solo debemos pedírselo.