Alexa, el dispositivo a control de voz de Amazon, tiene una característica importante: puede borrar todo lo que dices. Sea lo que sea que le pidas a Alexa que haga o que le preguntes, una sencilla frase —«Borra todo lo que dije hoy»— borra todo por completo, como si nunca hubiera ocurrido. Es una gran pena que el resto de nuestra vida no tenga esta capacidad. Cada palabra hiriente, cada acto vergonzoso, cada momento que desearíamos poder borrar… solo dar la orden, y todo el lío desaparecería.
Pero hay una buena noticia. Dios sí nos ofrece comenzar de cero. La diferencia es que Él va más allá de simplemente borrar nuestros errores; nos brinda redención: una limpieza profunda que nos transforma y nos hace nuevos. Afirma: «vuélvete a mí, porque yo te redimí» (Isaías 44:22). Aunque Israel se rebeló y desobedeció, Dios le extendió su misericordia: «He borrado como niebla tus rebeliones, y como nube tus pecados» (v. 22 rva2015). Juntó todos sus fracasos y vergüenza, y los borró con su gracia abundante.
Dios hará lo mismo con nuestros pecados. No hay error que Él no pueda enmendar ni herida que no pueda sanar. Su misericordia sana y redime los lugares más dolorosos de nuestro ser… aun los escondidos durante mucho tiempo; borra nuestra culpa y quita todo remordimiento.