El hablar en lenguas no siempre acompaña al bautismo del Espíritu Santo. Hechos 2 no da indicación alguna de que los conversos del día de Pentecostés hablaran en lenguas. Más aún, el apóstol Pablo declaró explícitamente que no todos hablan en lenguas, así como tampoco todos son llamados a ser apóstoles, profetas o a hacer milagros (1 Corintios 12:30).
En casi 20 siglos de la historia de la Iglesia, el fenómeno de las lenguas desempeñó un papel muy pequeño entre los cristianos ortodoxos, pero apareció en escena repentina y espectacularmente a principios del siglo XX. La mayoría de la gente que se llama a sí misma pentecostal ve el hablar en lenguas como una señal indispensable del bautismo del Espíritu Santo. Muchos que creen en los dones del Espíritu Santo no lo consideran esencial. Algunos lo ven como un don que ha de ejercerse públicamente; otros lo consideran un lenguaje privado de oración. Algunas iglesias tratan de obedecer las reglas de Pablo para hablar en lenguas públicamente (1 Corintios 14:26-40), mientras que otros prestan poca atención a ellas.
RBC Ministries no censura ni aboga por el hablar en lenguas. No afirmamos tener una evidencia absoluta bíblica ni histórica de que haya cesado con los apóstoles, ni tampoco implicamos que los cristianos que hablan en lenguas hoy día sean siniestros o demoníacos. Sin embargo, también tenemos buenas razones para creer que no fue un don importante durante la era apostólica y que es improbable que lo sea hoy. Cuando observamos el fenómeno moderno de las lenguas no vemos evidencia de un habla milagrosa en lenguas extranjeras como ocurrió en Pentecostés (Hechos 2:1-18). De hecho, a pesar de una investigación considerable y de la disponibilidad de tecnología moderna, no sabemos ni de un solo incidente de lenguas milagrosas que se haya grabado ni corroborado por un testimonio imparcial. Además, muchos evangélicos que una vez “hablaron en lenguas” ahora creen que lo hicieron porque se les indujo psicológicamente a hacerlo. Otro factor inquietante es que el exaltado hablar en lenguas que practican los cristianos parece ser similar al que se encuentra en algunos grupos no cristianos. Lo cierto es que es un área donde puede haber fácilmente un autoengaño.
Respetamos y amamos a nuestros amigos cristianos que están convencidos de que hablan en lenguas genuinamente. Muchos de ellos ofrecen un amplio testimonio de un auténtico compromiso con Cristo. Esperamos que no se ofendan por nuestro intento consciente de evaluar la evidencia bíblica sobre este tema, así como nosotros no nos ofendemos cuando ellos defienden su punto de vista.