Jacob Davis era sastre y tenía un problema. La fiebre del oro estaba en su apogeo en el Oeste norteamericano del siglo xix, y los pantalones para trabajar de los mineros se desgastaban permanentemente. ¿Cómo lo solucionó? Fue a una compañía local de productos textiles cuyo dueño era Levi Strauss y compró tela para tiendas. Con ese material pesado y fuerte, fabricó los pantalones…y así nacieron los vaqueros o jeans. En la actualidad, estos pantalones (incluidos los Levis) están entre las prendas más populares del mundo; todo porque a la lona de carpas se le dio un nuevo propósito.
Simón y sus amigos eran pescadores en el mar de Galilea. Entonces, llegó Jesús y los llamó para que lo siguieran; y les dio un nuevo propósito. Ya no pescarían peces; Jesús les dijo: «Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres» (Marcos 1:17).
Con este nuevo propósito en sus vidas, Jesús capacitó a estos hombres para que, después de su ascensión, Dios pudiera utilizarlos para cautivar los corazones de las personas con el mensaje de la cruz y su resurrección. Hoy seguimos los pasos de ellos cuando compartimos la buena noticia del amor y la salvación que Cristo ofrece.