Cuando leemos la profecía, es importante buscar tres cosas. Primero debemos buscar el principio general expresado por el profeta. Luego, hay que buscar una aplicación inmediata. Finalmente, debemos buscar una futura referencia. Por lo general éstas son más obscuras y muchas veces no se pueden reconocer hasta después del hecho.

El estilo de la profecía de Jesús en Mateo 24 y Marcos 13 es similar al de los profetas del Antiguo Testamento. Cuando los discípulos de Jesús le preguntaron: “¿Cuál será la señal de tu venida y de la consumación de este siglo?” (Mateo 24:3), hizo hincapié en la importancia de estar listos, de estar preparados para el tiempo de su venida. Luego habló de acontecimientos que sucederían pronto (vv.4-13), la destrucción de Jerusalén por parte de los romanos.1 Por último habló de sucesos espectaculares en el futuro distante que claramente se referían a su Segunda Venida y al período de la gran tribulación (vv.15-35).


Pero, ¿acaso el uso que hace Jesús de las palabras “esta generación” en el versículo 34 no implica que todos los acontecimientos de este pasaje ya han ocurrido?


Algunas personas creen que el término “generación” en Mateo 24:34 (“En verdad os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda”) demuestra que todos los acontecimientos descritos en este capítulo se cumplieron con la persecución de los judíos y la destrucción de Jerusalén bajo el gobierno de Tito en el año 70 d.C. Sin embargo, la palabra griega clave en este versículo, que se tradujo generación, también se puede traducir legítimamente por raza. En otras palabras, este pasaje se puede referir a la preservación de la raza judía hasta el momento en que “todo esto suceda.” Una tercera opción (que es nuestro punto de vista) es que “esta generación” se refiera a los que verían el inicio de las señales descritas en Mateo 24:15-35. Los que vieran el inicio de estas señales vivirían hasta el final. 


Los versículos 36 hasta el final del capítulo hacen hincapié en la naturaleza inesperada del regreso de Cristo, y hablan de personas sorprendidas en su lugar de trabajo al ver que algunos se quedaron y otros fueron tomados. ¿A qué se refieren estos versículos?


Después de hablar de las señales que se pueden esperar, empezando con Mateo 24:36 Jesús contesta la pregunta “¿cuándo?” haciendo hincapié en la naturaleza inesperada de su venida. Esto nos da una buena razón para creer que Jesús se refiere aquí al rapto de la Iglesia. En el momento del rapto, los malvados serán llevados a los juicios de la gran tribulación (Mateo 24:39), mientras que los salvos serán “tomados” para estar con Jesús para siempre. Es interesante que la palabra griega que se traduce tomado [o llevado] que Jesús usó en Mateo 24:40-41, es la misma palabra que usó en Juan 14:3 en referencia al cielo.

Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.

Por otro lado, otros señalan que el contexto del pasaje parece implicar juicio.

Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre (Mateo 24:37).

Estas personas creen que este pasaje describe a los que estén viviendo durante la gran tribulación. Dicen que los que son “dejados” son creyentes que sobrevivirán para entrar en el milenio, y que los que son “tomados” [o “llevados”] son los malvados que serán muertos y llevados a juicio.

En el análisis final, cualquiera -o ambas- de estas interpretaciones puede resultar precisa. La profecía que se refiere a los acontecimientos futuros a menudo es multifacética. Igual que las profecías mesiánicas, muchas veces es más fácil entender mirando atrás.

Escrito por: Dan Vander Lugt