Reyna Tejada es una maestra de séptimo grado. Está a cargo de 27 jóvenes.
Ella recibió la versión introductoria NPD en una reunión con los directores y maestros de Tegucigalpa.
Luego recibió la versión trimestral de NPD. Ella nos escribió pidiendo copias de NPD para leer con sus estudiantes cada mañana.
Comenzó a leer primeramente con sus estudiantes todos los días la copia introductoria. Su método ha sido que todos sus estudiantes participen en la lectura, uno por uno, todos los estudiantes leen a diario, después discuten la lectura y hacen algunas aplicaciones a su vida.
En este mes de julio llegué al aula con 27 copias para estos estudiantes y mi mayor alegría fue encontrar que esta práctica sucede cada mañana antes de comenzar las clases.
Ella compartió que había notado un cambio en el comportamiento de algunos alumnos y sobre todo en uno de ellos, cuyos padres son personas que trabajan en el mercado local y que tienen conflictos y problemas de robo y graves abusos. Este joven comenzó a cambiar su comportamiento y él pregunta en algunas ocasiones a su maestra si pueden leer dos devocionales en un día.
Otro niño me dijo: Me gusta leer este libro todos los días porque aprendo cosas nuevas que no conocía.
Del mismo modo, la profesora Suyapa está haciendo el mismo trabajo en la misma escuela con 47 alumnos de séptimo y noveno grado.
Es interesante notar que no son personas evangélicas, probablemente son católicos, pero están convencidos de que sólo Dios puede lograr un cambio en la vida de sus estudiantes.
Esto es motivador y emocionante. Dios está haciendo el cambio en las vidas de estos niños a través de NPD en las escuelas.
¡La palabra de Dios no regresa vacía!