Hace poco, mi yerno le explicaba a mi nieta que podemos hablar con Dios y que Él se comunica con nosotros. Cuando le dijo que, a veces, Dios nos habla a través de la Biblia, ella respondió sin vacilar: «Bueno, a mí nunca me dijo nada. Jamás escuché que Dios me hablara».

Es probable que casi todos estemos de acuerdo con mi nieta si pensamos que Dios se comunica con nosotros mediante una voz audible que nos dice: «Vende tu casa y vete a cuidar huérfanos en un país lejano». En realidad, decir que Dios «habla» es algo muy diferente; lo «oímos» al leer la Escritura.

La Biblia explica que Dios «nos ha hablado por el Hijo», Jesús, el cual es «el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia» (Hebreos 1:2-3). La Escritura nos muestra cómo encontrar la salvación en Jesús y vivir de una manera que a Él le agrade (2 Timoteo 3:14-17). Además, tenemos al Espíritu Santo. En 1 Corintios 2:12, leemos que el Espíritu se nos dio «para que sepamos lo que Dios nos ha concedido».

¿Cuánto hace que no escuchas a Dios? Habla con Él y escucha al Espíritu, quien nos revela a Jesús mediante su Palabra. Sintoniza tu oído a las cosas maravillosas que el Señor quiere decirte.