Las personas “chifladas” no son las únicas que se interesan en los OVNIs. Hasta el famoso psicólogo alemán Carl Jung (1875-1961) escribió un libro sobre ellos. Concluyó que puesto que casi nunca hay evidencia física en tales sucesos, los OVNIs caen en la categoría de experiencias psíquicas. En otras palabras, la gente que ve los OVNIs puede experimentar cosas que parecen claramente reales, pero que en realidad no están presentes en un sentido físico.
La ciencia se ha estado moviendo hacia el consenso de que la vida en el universo es mucho más escasa de lo que se supuso una vez. Incluso si fuera común la vida de un extraterrestre, las distancias entre las estrellas (hasta dentro de nuestra propia galaxia) es tan inmensa, que hay pocas probabilidades de tener visitantes. Hasta este momento no hay una evidencia física significativa de visitas reales de habitantes de otros planetas.
Por otra parte, la Biblia apoya el concepto de contactos con “extraterrestres”. Afirma la existencia de seres espirituales -ángeles y demonios- que están involucrados en una batalla por nuestras almas. Efesios 6:12 declara:
Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Existen muchos ejemplos en la Biblia de encuentros angelicales y poder demoníaco (Daniel 10:13; Mateo 4:24; Marcos 5:1-17; 2 Corintios 11:14; 2 Tesalonicenses 2:8-12). Dada la naturaleza de la evidencia nos inclinamos a creer que algunos fenómenos con OVNIs pueden ser de naturaleza demoníaca. Otros pueden ser el resultado de factores psicológicos subconscientes, condensación de cuarzo u otros fenómenos naturales.
Aunque se reconoce que esta opinión es cuestionable, cada vez se hace más difícil ignorar el tema de los OVNIs. Los expertos en la materia dicen que existe un ciclo de interés en el tema que fluctúa, y una vez más estamos llegando a la cumbre del interés.
Escrito por: Dan Vander Lugt