Desde un puente con ventana de cristal en la pequeña isla caribeña de Eleuthera, los turistas pueden admirar el contraste entre las agitadas aguas azules del Atlántico y las aguas calmadas y turquesas del Mar Caribe. A este puente se lo conoce como «el lugar más angosto de la tierra».

La Biblia describe el camino que lleva a la vida eterna como angosto, y a la puerta se la considera pequeña (Mateo 7:14) porque el Hijo de Dios es el único puente que puede reconciliar al hombre caído y a Dios Padre mediante el poder del Espíritu Santo (vv. 13-14; ver Juan 10:7-9, 16:13). No obstante, la Escritura también afirma que los creyentes de todo pueblo, nación y condición social pueden entrar en el cielo y que se inclinarán ante el Rey de reyes (Apocalipsis 5:9). Esta imagen fenomenal de contraste y unidad incluye a toda la hermosa diversidad de personas que Dios creó.

Aunque estamos separados de Dios por nuestro pecado, cada persona a la que Dios creó está invitada a entrar a la eternidad si transita este camino angosto de reconciliación mediante una relación personal con Cristo. Su sacrificio en la cruz, su resurrección y su ascensión al cielo es una buena noticia, accesible a todos y digna de compartirse hoy y siempre.