Decidir honrar a Dios
En la novela Felicidad conyugal, de León Tolstói, Serguei y Masha se conocen cuando ella es joven e impresionable. Él, un empresario mayor y que ha viajado mucho, entiende el mundo más allá del entorno rural donde vive Masha. Con el tiempo, se enamoran y se casan. Se establecen en la campiña, pero ella se aburre de estar allí. Serguei, que la adora, organiza un viaje a San Petersburgo, donde la belleza y el encanto de Masha la vuelven popular. Cuando están por regresar a su casa, llega un príncipe que la quiere conocer. Serguei sabe que puede forzarla a irse con él, pero deja que ella decida. Masha decide quedarse, y su traición le rompe el corazón.
Orar sin prisa
Alice Kaholusuna relata sobre la costumbre de los hawaianos de sentarse fuera de sus templos un largo tiempo para prepararse para entrar. Incluso después de entrar, se arrastran hasta el altar para orar. Luego, se vuelven a sentar afuera otro largo período para «alentarle vida» a sus plegarias. Cuando unos misioneros llegaron a la isla, a veces los hawaianos consideraban que oraban raro: se ponían de pie, expresaban unas pocas frases, las llamaban «oración», decían amén y listo. Las describían como «sin aliento».