Escuchar el consejo sabio
Durante la Guerra Civil Estadounidense, el presidente Abraham Lincoln, queriendo complacer a un político, emitió una orden respecto al ejército que el secretario de guerra Edwin Stanton rehusó llevar a cabo. Dijo que el presidente era un tonto. Cuando le comentaron a Lincoln, este respondió: «Si Stanton dijo que soy un tonto, debe ser cierto porque casi siempre tiene razón. Veré si es cierto». Cuando hablaron, el presidente se dio cuenta enseguida de que su decisión era un grave error, y la retiró de inmediato. Lincoln demostró sabiduría al no empecinarse; consideró el consejo y cambió de idea.
Un canto sobre nosotros
Un padre joven sostenía a su hijito en sus brazos, cantándole y meciéndolo suavemente. El bebé tenía problemas de audición, no podía oír la melodía ni las palabras, pero el padre igual le cantaba, en un tierno acto de amor hacia su hijo. Y sus esfuerzos eran recompensados con una preciosa sonrisa del pequeño.
Observar la naturaleza
Hace poco, mientras subíamos con un amigo por una colina, cruzamos un campo de flores silvestres hasta llegar a un bosque de pinos altísimos, y después descendimos a un valle donde nos detuvimos un momento. Las nubes flotaban suavemente sobre nosotros. Un arroyo corría cerca. Solo se oía el canto de las aves. Nos quedamos allí en silencio unos quince minutos, disfrutando de todo eso.
Legalmente suyos
Liz lloró de alegría cuando ella y su esposo recibieron el certificado de nacimiento y el pasaporte de su niña, que confirmaban legalmente la adopción. Ahora, Milena sería siempre su hija y parte de su familia. Meditando en aquel proceso legal, Liz también recordó el «verdadero intercambio» que ocurre cuando nos convertimos en parte de la familia de Dios: «Haber nacido en pecado y quebrantamiento ya no nos sujeta», sino que entramos legal y plenamente en su familia cuando somos adoptados como sus hijos.
Las palabras correctas
Hace un tiempo, algunos escritores han alentado a los creyentes a refrescar el «vocabulario» de nuestra fe. Por ejemplo, uno de ellos señaló que incluso las palabras teológicamente ricas de la fe pueden perder su impacto cuando el exceso de familiaridad y uso nos lleva a perder contacto con la profundidad del evangelio y nuestra necesidad de Dios. Ante esto, sugería que quizá necesitamos reaprender el lenguaje de la fe «empezando de cero», quitando nuestras suposiciones hasta ver por primera vez el evangelio.
Esperanza en Dios
En la historieta Snoopy, el personaje de la muy emprendedora Lucy publicitaba «ayuda psiquiátrica» por cinco centavos. Linus se dirigió a su consultorio y admitió tener «profundos sentimientos de depresión». Cuando le preguntó que podía hacer, Lucy respondió de inmediato: «¡Anímate! Cinco centavos, por favor».
Lo importante es a quién conoces
A principios de 2019, Charlie VandeMeer murió a los 84 años de edad. Durante décadas, miles de personas lo conocieron como Tío Charlie, el conductor nacional del programa de radio Children Bible Hour [Hora bíblica para niños]. El día antes de pasar a la eternidad, le dijo a un buen amigo: «Lo importante no es qué conozco, sino a quién conozco».
Avivado por el fuego
Cuando dos bomberos cansados y llenos de hollín se detuvieron en un restaurante a desayunar, la camarera los reconoció por las noticias y se dio cuenta de que habían pasado la noche luchando contra un incendio en un depósito. Para mostrar su aprecio, escribió una nota en la factura: «Yo invito con el desayuno. Gracias […] por servir a otros y por correr hacia lugares de donde todos los demás escaparían […]. Avivados por el fuego e impulsados por la valentía, ¡son un gran ejemplo!».
Ideas impopulares de Jesús
Durante 15 años, Mike Burden realizaba reuniones llenas de odio en la tienda de recuerdos que tenía en su pequeño pueblo. Pero en 2012, cuando su esposa comenzó a cuestionar lo que él hacía, su corazón se ablandó. Se dio cuenta de cuán equivocadas eran sus opiniones racistas y ya no quiso seguir siendo como era. El grupo militante se vengó desalojando violentamente a su familia de un apartamento que alquilaban a uno de sus miembros.
Lo que no se puede ver
Los historiadores dicen que la era atómica comenzó el 16 de julio de 1945, cuando la primera arma nuclear se detonó en un desierto remoto de Nueva México, pero el filósofo griego Demócrito (aprox. 460-370 a.C.) ya estaba explorando la existencia y el poder del átomo mucho antes de la invención de alguna cosa que pudiera siquiera ver esas pequeñas partículas del universo. Demócrito captaba más de lo que podía ver, y el resultado fue la teoría atómica.