Month: diciembre 2020

Fuegos artificiales de la vida

En Año Nuevo, cuando los fuegos artificiales detonan en todo el mundo, el ruido es fuerte a propósito. Los fabricantes dicen que el objetivo es, literalmente, despedazar la atmósfera. Los de repetición pueden ser los más sonoros; en especial, cuando explotan cerca del suelo.

Éxito verdadero

Mi entrevistado respondía cortésmente mis preguntas, pero yo sentía que algo merodeaba bajo nuestra interacción. Un comentario al pasar lo reveló.

Realidades invisibles

En 1876, unos hombres que cavaban en busca de carbón en Estados Unidos pensaron que habían encontrado las puertas del infierno. El historiador John B. Martin informa que, a 180 metros de profundidad, «olores nauseabundos emanaron en medio de ruidos escalofriantes». Por temor a ser «tragados por el techo de la cueva del diablo», los mineros taparon el pozo y corrieron a sus casas.

Reconstruir las ruinas

A los 17 años, Dowayne tuvo que dejar a su familia, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, por robar heroína y ser adicto a esa droga. No fue lejos, sino que construyó una choza de chapas en el patio de la casa de su madre, lugar al que pronto llamaron el Casino, un sitio para drogarse. No obstante, a los 19 años, Dowayne puso su fe en Jesús como Salvador. Dejar las drogas fue un camino largo y agotador, pero con la ayuda de Dios y el apoyo de amigos creyentes en Cristo, lo logró. Diez años después, el Casino fue transformado en una iglesia casera. Lo que había sido un espacio de oscuridad y enfermedad, es ahora un lugar de alabanza y oración.

Una canción en la noche

El sol acababa de ponerse cuando, de repente, se cortó la luz. Estaba en casa con nuestros dos hijos menores, y era la primera vez que ellos experimentaban la falta de electricidad. Después de averiguar en la compañía eléctrica qué pasaba, busqué algunas velas, y los niños y yo nos amontonamos alrededor de las llamas parpadeantes. Ellos parecían nerviosos e inquietos, así que empezamos a cantar. Al momento, las miradas de preocupación en sus rostros fueron reemplazadas por sonrisas. A veces, en nuestros momentos más oscuros, necesitamos una canción.

¿Quién me necesita?

En un viaje a Washington, D. C., el escritor Arthur Brooks escuchó que una mujer mayor le susurraba a su esposo: «No es cierto que nadie te necesite más». Él murmuró algo sobre desear estar muerto, y ella le dijo: «Termina con eso». Al bajar del avión, Brooks reconoció al hombre de inmediato: un famoso héroe mundial. Algunos pasajeros lo saludaron y el piloto le agradeció por el valor demostrado décadas antes. ¿Cómo se había hundido aquel hombre en semejante desesperanza?

Gozo del mundo

Cada Navidad decoramos nuestra casa con escenas navideñas de otros países: una pirámide alemana, un pesebre de madera de olivo de Belén, y otra versión colorida al estilo mejicano. El que más nos gusta es un extravagante adorno de África, que en lugar de las tradicionales ovejas y camellos, tiene hipopótamos que miran alegremente al niño Jesús.

Cuando despunta la paz

Una fría Noche Buena en Bélgica, en 1914, durante la Primera Guerra Mundial, el sonido del canto brotó de las trincheras donde estaban escondidos los soldados. Compases del villancico Noche de Paz resonaron en alemán, y luego en inglés. Los que antes habían estado disparándose unos a otros, dejaron sus armas y salieron para saludarse en la «tierra de nadie» que los separaba, intercambiando saludos de Navidad y regalos espontáneos de sus raciones. El cese del fuego continuó hasta el día siguiente, mientras los soldados charlaron, rieron e incluso organizaron partidos de fútbol.

Nada de ostentación, solo alabanza

Mientras miraba los adornos caseros que mi hijo Xavier elaboró durante años y las desparejas bolas para el árbol de Navidad que la abuela le había enviado, no podía entender por qué no estaba contenta con el decorado. Siempre había valorado la creatividad y los recuerdos que representaba cada adorno. Entonces, ¿por qué los exhibidores en las tiendas me tentaban a desear un árbol decorado con bolas perfectamente iguales, luces brillantes y cintas satinadas?

Acurrucarse con el buen Libro

El pequeño país de Islandia es una nación de lectores. Los informes indican que allí se publican y se leen más libros por persona por año que en cualquier otro país. En Noche Buena, es tradición (desde la Segunda Guerra Mundial) regarles libros a familiares y amigos, y quedarse leyendo hasta entrada la noche. En la actualidad, las editoriales envían un nuevo catálogo a cada hogar a mediados de noviembre. Esta tradición se conoce como Inundación de libros en Navidad.