El 27 de noviembre de 1929, tres cazadores de tesoros, junto con un equipo de filmación, cavaron fuera del anfiteatro Hollywood Bowl, en el sur de California. Buscaban el tesoro Cahuenga Pass —que consistía de oro, diamantes y perlas— supuestamente enterrado allí hacía 75 años.
Nunca lo encontraron. Después de cavar durante 24 días, golpearon una roca y pararon. Lo único que consiguieron fue un enorme agujero en el suelo. Decepcionados, se fueron.
Errar es humano… todos fallamos a veces. La Escritura narra que el joven Marcos abandonó a Pablo y Bernabé durante un viaje misionero «y no había ido con ellos a la obra». Por esta razón, «a Pablo no le parecía bien [llevarlo] consigo» al siguiente viaje (Hechos 15:38). Pero a pesar de sus errores iniciales, Marcos aparece años después de manera sorprendente. Cuando Pablo estaba solo y preso, cerca del final de su vida, preguntó por Marcos y lo llamó «útil para el ministerio» (2 Timoteo 4:11). Dios incluso lo inspiró para que escribiera el Evangelio que lleva su nombre.
La vida de Marcos nos muestra que Dios no dejará que enfrentemos nuestros errores y fracasos solos. Tenemos un Amigo que es más grande que cualquier error. A medida que lo sigamos, nos dará la ayuda y la fuerza que necesitemos.