Adoptados
Me alegra cuando un filántropo construye un orfanato para niños sin hogar, y me emociona aun más cuando una persona adopta a uno de ellos. La mayoría de los huérfanos estarían encantados con simplemente tener a alguien que los apadrine. Pero saber que esa persona no solo quiere ayudarlo, sino que también lo quiere a él. ¿Cómo se sentirá?
Algas y diatomeas
«¿Qué es una diatomea?», le pregunté a mi amiga. Miraba por encima de su hombro unas fotos que ella había tomado con su celular a través del microscopio. «Es como un alga, pero más difícil de ver. A veces, hay que colocar una gota de aceite en el lente o tienen que estar muertas para verlas», explicó. Mientras miraba asombrada las fotos, no podía dejar de pensar en el intrincado detalle que Dios aplicó al crear vida, ¡y que solo puede verse en un microscopio!
Romper los cielos
Hace poco, mientras una amiga me contaba que había abandonado su fe, escuché una queja conocida: ¿Cómo puedo creer en un Dios que parece no hacer nunca nada? Esta pregunta desgarradora aparece en la mayoría de nosotros en un momento u otro, cuando leemos noticias sobre violencia y sobrellevamos nuestras propias tristezas. La angustia de mi amiga revelaba cuánto necesitaba que Dios actuara a su favor; un anhelo que probablemente todos hayamos experimentado.
En modo reparador
Mientras esperaba en la estación de trenes, para ir a trabajar, pensamientos negativos empezaron a inundar mi mente: estrés por las deudas, comentarios desagradables que me habían hecho, impotencia frente a una injusticia que un miembro de mi familia había sufrido recientemente. Cuando llegó el tren, ya estaba de muy mal humor.
Justos entre las naciones
Mi esposo y yo fuimos a visitar el Museo del Holocausto, en Yad Vashem, donde se honra a personas que arriesgaron sus vidas para salvar durante aquella masacre a muchos judíos. Mientras recorríamos el lugar, encontramos a un grupo de holandeses, entre los cuales había una mujer que iba a ver los nombres de sus abuelos grabados allí en grandes placas. Intrigados, le preguntamos sobre la historia de su familia.
Inmune al congelamiento
Un día, mis hijos me rogaron que los dejara andar en trineo en la nieve. La temperatura rondaba los -18 °C. Después de pensarlo, les dije que sí, pero les pedí que se abrigaran, se mantuvieran juntos y entraran en 15 minutos.
El plano general
Durante la cobertura televisiva de la asunción del primer presidente afroamericano de los Estados Unidos, la cámara mostró una vista panorámica de una multitud de casi dos millones de personas reunidas para presenciar el histórico evento. Un periodista señaló: «La estrella de este espectáculo es el plano general». Ninguna otra cosa podía registrar a la multitud que se extendía desde el Monumento a Lincoln hasta el Capitolio.
Una gran cosa
Un familiar necesitaba ayuda para pagar la renta de diciembre. La petición le pareció una carga a la familia; en especial, por los gastos inesperados de fin de año. Pero recurrieron a sus ahorros, agradecidos por la provisión de Dios, y bendecidos por la gratitud de su pariente, quien les dio una tarjeta llena de palabras de agradecimiento: «Aquí están una vez más […] haciendo cosas buenas; tal vez pensando que no fue gran cosa».
Tratar de impresionar
Cuando un grupo de universitarios hizo un paseo cultural, el instructor casi no reconoció a una de sus mejores estudiantes. En la clase, ella escondía bajo sus pantalones unos zapatos de unos 15 centímetros de alto. Pero con botas, medía menos de un metro y medio. «Mis tacones son como quiero ser —dijo riendo—, pero mis botas son como en realidad soy».
Hijo de Dios para siempre
En una reunión en la iglesia a la que asistí con mis padres, siguiendo la costumbre, nos tomamos de las manos mientras recitábamos juntos el Padrenuestro. Mientras estaba así, con mi madre a un lado y mi padre al otro, me impactó la idea de que siempre sería su hija. Aunque ya soy adulta, todavía me pueden llamar «la hija de Leo y Phyllis». Entonces, reflexioné que no solo soy hija de ellos, sino que siempre seré también hija de Dios.