Month: noviembre 2017

La buena Tierra

Mientras giraba alrededor de la luna en 1968, un astronauta del Apollo 8 describió el paisaje lunar como «un horizonte inquietante […], un lugar sombrío y desagradable». Después, la tripulación se turnó para leerle Génesis 1:1-10 al mundo que miraba. Cuando el comandante Borman terminó el versículo 10, «Y vio Dios que era bueno», concluyó: «Que Dios los bendiga a todos en la buena Tierra».

La mano de consuelo

Las notas de la enfermera decían: «Paciente agresivo».

Un buen final

Mientras las luces se atenuaban y nos preparábamos para ver Apollo 13, mi amiga dijo suspirando: «Qué lástima que todos murieron». Miré la película sobre el vuelo espacial de 1970 con aprensión, esperando que llegara la tragedia, y, recién cerca del final, me di cuenta de que me había engañado. No recordaba el final de la historia verdadera: que, aunque los astronautas enfrentaron muchas dificultades, regresaron sanos y salvos.

Piensa antes de hablar

Cheung estaba enojado con su esposa por no haber verificado cómo llegar al restaurante donde querían cenar. La familia había planeado culminar sus vacaciones en Japón con una comida deliciosa antes de subir al avión. Ahora, ya era tarde y se perderían la cena. Frustrado, Cheung criticó a su esposa por su falta de planificación.

Segundas oportunidades

«¿Cómo pueden ser tan buenos conmigo si ni siquiera me conocen?».

Oración y el tiempo de Dios

A veces, Dios se toma su tiempo para responder nuestras oraciones, y nos cuesta entenderlo.

Gozo y justicia

En una conferencia en Asia, tuve en pocas horas dos conversaciones reveladoras. Primero, un pastor contó que había pasado once años en la cárcel por una sentencia errónea de asesinato, hasta que lo liberaron. Después, un grupo de familias relató que habían pagado una fortuna para escapar de la persecución religiosa en su país, pero los habían traicionado. Ahora, después de años en un campamento de refugiados, se preguntan si alguna vez encontrarán un hogar.

Esa famosa sonrisa

Después de que mi esposa y yo visitamos el Louvre en París, llamé por teléfono a nuestra nieta Addie. Cuando le conté que había visto el famoso cuadro de da Vinci, la Mona Lisa, Addie preguntó: «¿Está sonriendo?».

Bebé poderoso

La primera vez que lo vi, lloré. Parecía un bebito perfecto, dormido en su cuna. Sin embargo, sabíamos que jamás despertaría, hasta hacerlo en los brazos de Jesús.

Vida anónima

Hace muchos años, recorté de una revista un ejemplar de un ensayo de Jane Yolen, que he gastado de tanto leerlo. Ella dice: «Los mejores escritores son aquellos que aspiran al título de “anónimo”. La narración es lo importante, no quien la relata».