Month: abril 2017

Amado para siempre

Es casi imposible que haya un día sin que alguien nos desprecie, nos ignore o nos denigre de alguna manera. A veces, el daño es incluso autoinfligido.

Cuando llega la mañana

Era tarde cuando paramos a pasar la noche en una hostería a las afueras de Múnich. Nuestra cómoda habitación tenía balcón, aunque una densa niebla no nos permitía ver en la oscuridad. Pero, cuando salió el sol, la neblina empezó a desaparecer. Entonces, pudimos ver lo que había estado lúgubremente escondido la noche anterior: una pradera tranquila e idílica de un verde exuberante, ovejas pastando con campanillas en sus cuellos, y grandes nubes blancas en el cielo, que parecían más ovejas… ¡ovejas mullidas y gigantes!

Una alternativa al enojo

Una mañana, en Perth, Australia, Fionn Mulholland descubrió que su auto había desaparecido. Entonces, se dio cuenta de que, por error, había estacionado en una zona restringida y lo habían remolcado. Después de considerar la situación (y la multa de 600 dólares), se sintió frustrado, pero decidió no enojarse con la persona que lo asistiría para recuperar su auto. En cambio, Mulholland escribió un poema cómico sobre la situación y se lo leyó al empleado del corralón. Al hombre le gustó el poema, y se evitó una posible confrontación desagradable.

Aprender el idioma

Me paré frente a la congregación en una pequeña iglesia jamaiquina y dije, en mi mejor dialecto local: «¿Wa Guan, Jamaica?». La reacción fue mejor de lo que esperaba, y me recibieron con sonrisas y aplausos.

Alguien a quién tocar

Los pasajeros de un tren subterráneo presenciaron una emocionante conclusión a un momento de tensión. Con dulzura, una mujer de 70 años le ofreció la mano a un joven cuya voz fuerte y palabras perturbadoras estaban asustando a los demás pasajeros. La bondad de la mujer calmó al hombre, quien se arrodilló en el tren, conmovido. Le dijo: «Gracias, abuela», se levantó y se fue. Más adelante, la mujer admitió que tuvo miedo. Pero afirmó: «Yo soy madre, y él necesitaba alguien a quién tocar». Aunque el sentido común le habría indicado que mantuviera distancia, ella se arriesgó por amor.