El árbol que habla
Uno de los poemas cristianos más antiguos de la literatura inglesa es The Dream of the Rood [El sueño del crucifijo]. Un crucifijo es la imagen de Cristo crucificado. En esa antigua poesía, la historia de la crucifixión se narra desde la perspectiva de la cruz. Cuando el árbol se entera de que lo convertirán en una cruz para matar al Hijo de Dios, rechaza la idea. Pero Cristo consigue la ayuda de ese árbol para dar redención a todos los que creen.
Reconstrucción
Cuando Edward Klee volvió a Berlín después de muchos años, la ciudad que recordaba y amaba ya no estaba. Había cambiado drásticamente, y él también. En un artículo de la revista Hemispheres, escribió: «Volver a una ciudad que una vez amaste suele ser impredecible. […]. Puede ser decepcionante». Regresar a lugares del pasado podría generar sentimientos de tristeza y pérdida. Nosotros ya no somos iguales ni lo es el lugar que significaba tanto para nuestra vida.
Salvador eterno
Jeralean Talley murió en junio de 2015; era la persona más vieja del mundo: 116 años. En 1995, la ciudad de Jerusalén celebró su cumpleaños número 3.000. Para una persona, 116 años es ser viejo; y para una ciudad, 3.000 lo es; pero hay árboles que viven más. Se ha determinado que un pino de las Montañas Blancas de California tiene más de 4.800 años. ¡Esto lo ubica 800 años antes del patriarca Abraham!
Siempre amado y valorado
Servimos a un Dios que nos ama más a nosotros que lo que hacemos.
Héroes inadvertidos
L a Biblia relata historias que nos hacen detener a pensar. Por ejemplo, cuando Moisés guiaba al pueblo de Dios a la tierra prometida y los amalecitas lo atacaron, ¿cómo supo que debía ir a la cima del monte y mantener en alto la vara de Dios? (Éxodo 17:8-15). No lo sabemos, pero sí se nos dice que, cuando Moisés levantaba la mano, los israelitas ganaban, y que, cuando la bajaba, vencían los amalecitas. Entonces, al cansarse Moisés, su hermano Aarón y otro hombre llamado Hur le sostenían los brazos para que los israelitas pudieran triunfar.
Muy humano
El escritor británico Evelyn Waugh manejaba sus palabras de un modo que acentuaba sus debilidades. Finalmente, se convirtió al cristianismo, pero la lucha seguía. Un día, una mujer le preguntó: «Sr. Waugh, ¿cómo puede comportarse así y seguir llamándose cristiano?». Él respondió: «Señora, créame, si no fuera por mi religión, difícilmente parecería un ser humano».
Truenos y relámpagos
Hace muchos años, pescaba con un amigo en una laguna, cuando empezó a llover. Nos refugiamos en un bosque de álamos, pero la lluvia no cesaba. Entonces, decidimos dar por terminado el día y correr hasta la camioneta. Acababa de abrir la puerta, cuando un relámpago cayó como una bola de fuego en el bosque, tronando y arrancando las ramas de los árboles, y dejándolas ardiendo. Después, reinó el silencio.
No es en vano
Un asesor financiero, a quien conozco, describe así la realidad de las inversiones de dinero: «Espera lo mejor y prepárate para lo peor». En casi todas las decisiones de la vida, queda la incertidumbre respecto a los resultados. Sin embargo, hay un camino que podemos seguir, al final del cual y sin importar lo que suceda, el esfuerzo no será en vano.
No nos falta nada
Imagina salir de viaje sin equipaje. Nada de artículos básicos ni de ropa para cambiarnos; nada de dinero ni tarjetas de crédito. Suena bastante insensato y aterrador, ¿no?
El rostro de Dios
Gran parte de mi carrera como escritor ha girado en torno al tema del sufrimiento. Vuelvo una y otra vez a la misma pregunta, como si hubiera una antigua herida que no se ha curado. Quienes leen mis libros parecen ponerles rostro a mis dudas. Recuerdo a un joven pastor que me llamó tras saber que su esposa y su hijita morirían de SIDA por una transfusión de sangre infectada, y preguntó: «¿Cómo puedo hablarles a mis jóvenes del amor de Dios?».