Cuando enfrentamos una situación confusa o un problema difícil, solemos pedir a nuestros hermanos en Cristo que oren por nosotros. Es un gran aliciente saber que otros se interesan por nosotros y presentan nuestra necesidad ante Dios. Pero ¿qué sucede si no tienes amigos creyentes cerca? Tal vez vives donde hay oposición al evangelio de Cristo. ¿Quién orará por ti?
Romanos 8, uno de los grandes y triunfantes capítulos de la Biblia, declara: «qué hemos de pedir como conviene no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. […] conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos» (Romanos 8:26-27). El Espíritu Santo está orando hoy por ti.
Además, «Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros» (v. 34). El Señor Jesús, que vive, también está orando por ti hoy.
¡Piénsalo! El Espíritu Santo y Jesucristo mencionan tu nombre y tus necesidades a Dios Padre, quien escucha y obra a tu favor.
No importa qué suceda en tu vida o cuán confusa sea tu situación, no enfrentas la vida solo. ¡El Espíritu y el Hijo están orando por ti hoy!