En 1940, a los 27 años de edad, la Dra. Virginia Connally enfrentó oposición y crítica al convertirse en la primera médica en una ciudad de Texas, Estados Unidos. Pocos meses antes de que cumpliera 100 años, en 2012, la Asociación Médica de aquel lugar la premió con el máximo galardón a su profesión. Entre ambos sucesos destacados, la Dra. Connally se dedicó con entusiasmo a llevar el evangelio a todo el mundo en sus numerosos viajes misioneros, sirviendo a Dios y a los demás día tras día.
El pastor de su iglesia dijo que, para Virginia, cada día era un regalo, y recordó una carta en la que ella escribió: «Me pregunto si cada gira, viaje o esfuerzo será el último y el mejor. Solo Dios lo sabe… y eso basta».
El salmista escribió: «Este es el día que hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en él» (Salmo 118:24). Muchas veces, nos concentramos en las desilusiones del ayer y en las incertidumbres del mañana, y nos perdemos el regalo inigualable de Dios: ¡el hoy!
La Dra. Connally describió así su travesía con Cristo: «Cuando vives una vida de fe, no buscas resultados. Yo hacía simplemente lo que Dios ponía en mi vida y en mi corazón».
Dios hizo el hoy. Disfrutémoslo y aprovechemos al máximo cada oportunidad de servir a los demás en nombre del Señor.