Mi hijo y yo tenemos diferentes enfoques para ensamblar artefactos electrónicos, muebles y cosas así. Él es más práctico y tiende a dejar de lado las instrucciones, pero yo voy por la mitad del manual cuando él ya terminó.
A veces, las cosas salen bien aunque no sigamos las indicaciones, pero, cuando se trata de ensamblar la vida para que refleje la bondad y la sabiduría de Dios, no podemos permitirnos ignorar las instrucciones que Él nos ha dejado en la Biblia.
Los israelitas que volvieron del cautiverio babilónico son un buen ejemplo de esto, ya que, cuando comenzaron a restablecer la adoración, lo hicieron «como [estaba] escrito en la ley de Moisés» (Esdras 3:2), y siguieron exactamente las instrucciones de Dios en Levítico 23:33-43 para edificar un altar adecuado y celebrar la fiesta de los tabernáculos.
Cristo también les dejó algunas instrucciones a sus seguidores: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente» y «amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mateo 22:37, 39). Cuando creemos en Jesús, Él nos muestra cómo debemos vivir. Dios nos hizo y sabe mucho mejor que nosotros de qué manera funciona correctamente la vida.