¡Tenemos fruta!
La joven madre suspiraba mientras buscaba qué darle de comer a su hijita de tres años. Al ver la canasta de frutas vacía sobre la mesa, se lamentó «¡Si tan solo tuviera unas frutas, me sentiría rica!». Su hijita la escuchó.
Podemos saberlo
Mientras estaba sentado en un tren, camino a una cita importante, empecé a preguntarme si había tomando la línea correcta. Era la primera vez que hacía ese recorrido y no había pedido indicaciones. Finalmente, vencido por la incertidumbre, bajé en la estación siguiente… ¡solamente para que me dijeran que estaba en el tren acertado!