Millones de personas vieron la película Lo que el viento se llevó, que se estrenó en 1939. Ganó diez premios Oscar y sigue siendo uno de los filmes de más éxito comercial. Se basó en la novela de Margaret Mitchell, de la que se vendieron un millón de ejemplares en seis meses, recibió el premio Pulitzer y se tradujo a más de 40 idiomas. Una película épica suele tener como fuente un libro poderoso e inolvidable.
El libro base de la fe cristiana es la Biblia. Desde Génesis hasta Apocalipsis, contiene el plan de Dios para su creación, incluidos nosotros. El Salmo 119 celebra el poder y la necesidad de la Palabra del Señor en nuestra vida: ilumina nuestro camino ( v. 105) , revive nuestra alma ( v. 107) y guía nuestros pasos ( v. 108) . En las Escrituras, encontramos sabiduría, dirección, vida y paz. «Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, porque son el gozo de mi corazón» (v. 111) .
Jesús, nuestro Señor, nos llama a basar nuestra vida en su Palabra y compartir el gozo de conocerlo a otras personas que anhelan encontrar vida. «Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos de continuo, hasta el fin» ( v. 112) .
¡Qué libro! ¡Qué Salvador!