A muchos les gusta participar en juegos que prueban cuánto saben. Hace poco, un colega y yo estábamos probando un juego sobre conocimiento bíblico en un lugar abierto de nuestra oficina, así que los que estaban cerca podían oír lo que hablábamos. Poco después, algunos de ellos empezaron a responder preguntas que iban desde el arca de Noé hasta la mujer junto al pozo. Nos encantó oír que varios miembros del personal respondían voluntariamente las preguntas sobre la Biblia.
Es importante conocer la Biblia, pero Dios desea que nos saturemos de su Palabra y que la asimilemos para que nuestra relación con Él crezca. El Espíritu Santo la utiliza para hacernos más semejantes a Cristo (Efesios 4:20-24). Considera estos beneficios de aplicar las Escrituras: gozo y regocijo (Jeremías 15:16), éxito espiritual (Josué 1:8), herramienta para la batalla espiritual (Mateo 4:1-11), corrección (2 Timoteo 3:15-16), luz para nuestro camino (Salmo 119:105), sabiduría para solucionar problemas (Proverbios 1:1-2) y fe que estimula (Romanos 10:17).
Aprender de la Biblia con el solo propósito de aumentar el conocimiento puede llevar a la soberbia espiritual (1 Corintios 8:1), pero permitir que el Espíritu Santo nos transforme al aplicarla nos ayuda a navegar a través de los vaivenes de la vida y actuar con amor hacia Dios y los demás.