El otro domingo en la mañana me sentí realmente culpable.
Estaba sentado en la iglesia durante el servicio de adoración,
pero mi mente y mi corazón estaban en otra parte. Cantaba
las canciones, participaba de la lectura en respuesta, e incluso
tomaba notas mientras mi pastor predicaba. Pero mi mente no
estaba allí. Estaba distraído. No había ningún problema de gran
envergadura que alejara mi mente — simplemente estaba
divagando.

¿Alguna vez has tenido esa experiencia — simplemente has
entrado en la rutina de la adoración y estás presente en tu mente
como en un 60%, pero no estás enfocado? Tu corazón no está
totalmente centrado en la experiencia de la adoración.
Más adelante, el domingo por la tarde, le confesé mi pecado
de egoísmo al Señor. Le traje mi preocupación. Le dije, «Padre, lo
siento. No estaba centrado.» Gracias a Dios por 1 Juan 1:9, que
dice que Dios nos perdonará si confesamos nuestros pecados.
Cuando adoramos a Dios, Él demanda nuestra total atención,
todo lo que somos. Jesús trató este asunto de la adoración manera
específica en su conversación con la mujer samaritana (Juan
4:23-24). En este pasaje, la palabra espíritu está en minúscula.
Él no estaba hablando acerca del Espíritu Santo. El espíritu y la
verdad de la que estaba hablado es la respuesta de nuestro
corazón a la verdad. Él dijo, «Quiero que estés totalmente
centrada, tanto emocional como intelectualmente. De hecho,
quiero que toda tu personalidad esté involucrada en la
experiencia de la adoración.»

Tenemos que preparar nuestros corazones antes de ir a la
iglesia o antes de entrar en una experiencia de adoración.
Tenemos que eliminar todas las distracciones. Tenemos que tomar
la decisión de que vamos a centrarnos, disfrutarlo, y honrarlo
únicamente en Él. La adoración significa rendirse totalmente y
adoración a nuestro Dios imponente, que todo lo abarca, y santo.
Dios exige nada menos que nuestra total atención.
La adoración significa una preparación y un alineamiento de
nuestros corazones y mentes. No insultemos a Dios entrando a Su
presencia con una mente dividida. —CW