«En lugares de verdes pastos me hace descansar» (Salmos
23:2). La razón por la que Dios tiene que hacernos
descansar en lugares de verdes pastos es que las ovejas
tienden a pensar que el pastor siempre es más verde al otro lado.
Como un pastor con sus ovejas inquisitivas, Dios me ha hecho
descansar en ciertos pastos que no me parecían tan verdes.
Eso me sucedió hace varios años cuando llamé a la Línea
para Desempleados 101. Postulé para ser el pastor en siete iglesias
diferentes y cada una de ellas me rechazó. Nos gastamos nuestros
ahorros y tuvimos que vender uno de nuestros dos automóviles
tan sólo para poder arreglárnoslas por otro mes o dos. Durante ese
tiempo, mi esposa Mary tuvo dos operaciones y yo caí enfermo
con meningitis. Luego descubrimos que Mary estaba embarazada.
El doctor le dijo que algunas de las medicinas que había estado
tomando podían haber afectado a nuestro bebé y que era probable
que tuviéramos un hijo deforme. Todos estos eventos se dieron en
menos de diez meses. ¡No era lo que yo llamaría pastos verdes!
Esos pastos parecían estar muy secos.
Por primera vez en mi vida lidié con la depresión. Durante
los siguientes dos años, las únicas veces en que reía era cuando
jugaba con mis hijos. Aparte de eso, no reía, porque había una
profunda tristeza dentro de mí.
Habría estado realmente emocionado si hubiera podido ver
lo que Dios estaba planeando. Pero en ese momento, todo lo que
podía ver era que había perdido. Y ésa es la razón por la que todo
se veía tan seco. Hoy, al mirar atrás hacia esos años, reconozco el
verdor de Su favor que era mayor — Él estaba guiándome hacia
delante con ternura y a un ritmo constante. Los pastos estaban a
lo largo de todo el camino.
Si lo que ves hoy es pastos secos, recuerda que un día
mirarás atrás y verás los pastos verdes que Él había preparado.
Regocíjate en Su bondad y confía en Él con los muchos colores
de la vida (Habacuc 3:18). —SF