Muchos de nosotros hace supuestos en cuanto a la
voluntad de Dios y Sus propósitos para nuestras vidas.
Recientemente visité a un empresario exitoso. Tiene todo
lo que te puedes imaginar. Vive en un hermoso hogar palaciego.
Está en el mejor momento de su carrera. Acuerdos, personas,
éxito, y reconocimiento le salen al encuentro a borbotones.
Pero hay un problema. Aunque es un maravilloso cristiano, él
me confesó que vive en callada desesperación. No está satisfecho
en lo más profundo de su corazón. Él cree que Dios lo ha llamado
a invertir su vida en la obra cristiana a tiempo completo, pero
tiene miedo y no quiere «alejarse» de la imagen, la prominencia, y
todo lo que acompaña al éxito y que está disfrutando.
Le pregunté, «¿Cuál es el problema?» Él dijo, «Crawford, me he
vuelto un adicto a tener el control de mi vida, y porque las cosas
están funcionando no quiero renunciar a lo que tengo.» Es una
lucha tremenda para él.
¿Eres alguien a quien le gusta prodigarse a sí mismo? Tal vez
le has estado bajando el volumen a esa suave guía del Espíritu de
Dios, quien te está diciendo, «Tengo otra cosa para ti.» La ironía es
que aun cuando pueda que experimentes una ráfaga de sueños,
metas, y ambiciones alcanzados, nunca conocerás el verdadero
gozo de haber alcanzado los propósitos y las intenciones de Dios
para tu vida. No hay mayor gozo que conocer y hacer la voluntad
de Dios.
David, el más grande de los reyes que Israel jamás tuviera,
sabía todo acerca de esa experiencia. Era un hombre conforme al
corazón de Dios. Era un hombre que buscaba vivir en línea con la
verdad y los principios de Dios. Aun cuando fracasó
miserablemente, se arrepintió y regresó para ir hombro con
hombro con Dios y Sus propósitos.
En Hechos 13:22-36, el apóstol Pablo elogió a este gran
hombre y siervo del Señor, David. La vida de David alcanzó los
propósitos de Dios, y él experimentó el agrado de Dios.
Apresurémonos hacia donde Dios quiere que estemos — no
necesariamente donde nos gustaría estar — y sigamos adelante
para cumplir con Sus tareas. —CWL