Pandora es una de las maravillas musicales de la era de Internet. Te ayuda a crear tu propia estación de radio al permitirte «personalizar» tu música. Reproduce una canción y tú haces clic sobre una señal para indicar si te gusta o no. Así terminas teniendo una serie de canciones que te agradan.

Lamentablemente, a veces hacemos lo mismo con la Biblia. Algunos eligen ciertos pasajes escriturales que les gustan más e ignoran los otros, y así, «personalizan» sus preferencias. El salmista consideró la Palabra de Dios de la siguiente manera: «La suma de tu palabra es verdad…» (Salmo 119:160). Y el apóstol Pablo le dijo al joven pastor Timoteo: «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil…» (2 Timoteo 3:16).

Las Escrituras eran importantes para Jesús (Mateo 5:17-18), pero Él no las tomaba como lo hacían los líderes religiosos de su época. Para Él, «no matarás» estaba al mismo nivel de «cualquiera que se enoje contra su hermano» (vv. 21-22). Lejos de personalizar las Escrituras, le interesaba la motivación de la gente al aplicarlas en su totalidad.

A medida que abracemos la Palabra de Dios más plenamente, conoceremos más al Señor y desearemos honrarlo.