La vida. Una palabra para las actividades que elegimos hacer día a día; un cereal que crecimos comiendo porque a Mikey le gustaba. Y luego está este uso común de la palabra: «Entonces, ¿cómo te está tratando la vida en estos días?.»
Al estudiar estas reflexiones al azar sobre la v-i-d-a, me pregunto, ¿hemos abaratado el valor de la palabra en sí? Recuerdo haber luchado con esa misma pregunta. Mis amigos y yo habíamos estado hablando acerca de las selecciones musicales en un reciente servicio en la iglesia cuando alguien dijo que estaba «harto de esa canción sobre el ‘Aliento’?» ¡Vaya! ¿Acaso él estaba diciendo que estaba cansado de alabar a Dios por el mismo aliento de vida que le permitía existir?

Su comentario no sólo me horrorizó, sino que me pregunté si yo era la única persona que cuestionó su declaración. Al pensar en ello, me di cuenta que mi amigo sólo estaba expresando desagrado por la manera repetitiva en que la canción se había estado cantando — no por la profunda verdad en la letra.

Génesis 2:7 detalla cuando Dios creó al primer ser humano – soplando en él el regalo de la vida. «Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un ser viviente.» Dios nos ha dado este mismo asombroso regalo. Cada aliento que tomamos viene de Aquél que nos hizo.

Muchas personas niegan a la Fuente de su existencia. Recibimos mensajes poderosos e implacables del mundo para que sólo pensemos en nosotros mismo y seamos nuestro propio dios. Tú tienes el poder para determinar de qué trata la vida. Tú eliges qué camino tomar. Si adquirimos participación en este modo de pensar, desecharemos la realidad del verdadero Dador de vida.

Aferrémonos a lo que la Biblia nos dice en cuanto a lo que trata la vida — y de dónde viene. En vez de crear nuestras propias definiciones, podemos reflexionar en la belleza de Dios dándonos el aliento de vida. Por medio de ese acto divino nos convertimos en «un ser viviente» (v.7). Éste es el aire que respiro. —Sonya Williams, Michigan