El agujero más profundo en el profundo mar azul es la Zanja Mariana — casi 11 kilómetros hacia abajo y a varios cientos de kilómetros de la costa de Guam. El 23 de enero de 1960, Jacques Piccard y Donald Walsh se metieron en un batiscafo y fueron sumergidos en la zanja. El navío tipo submarino estaba diseñado para resistir presiones extremas y fueron necesarias casi dos toneladas de cable para colocarlo en el lecho marino. Este descenso tripulado a las profundidades estableció un récord mundial que jamás ha sido igualado.

El Monte Everest, la montaña más alta del mundo, se eleva a una altitud en la que muchos jets comerciales vuelan — 8,830 metros, o más de 8 kilómetros de alto. En su pico el aire está tan enrarecido que los montañistas tienen que llevar oxígeno para sobrevivir.

Pero la profundidad del océano es aún más alucinante. ¡La Zanja Mariana es 3.20 kilómetros más profunda que la altura del Everest! En vez de caracterizarse por un aire enrarecido, ésta tiene el peso aplastante de millones de toneladas de agua. La presión de agua al fondo de la zanja es de una intensidad de 7,170 kilogramos por pulgada cuadrada.

Conocer estos hechos echa una luz diferente sobre un pasaje de la Biblia acerca del amor de Dios. Pablo, en su carta a la iglesia en Éfeso, desafió a todos los creyentes a que «seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento» (Efesios 3:18-19).

Pablo se vio en apuros al tratar de cuantificar el amor de Dios. Una palabra que Pablo usó es bathos — la palabra griega para «profundidad.» Describía «lo inescrutable o lo oculto, así como también lo vasto o lo grandioso de algo.» En estos versículos, bathos se refiere a la esfera del amor de Dios por nosotros en Jesús.

¡El amor de Dios sobrepasa el conocimiento! La razón por la que jamás podemos alcanzar las profundidades del amor de Dios es que éste es infinito. Cuando te sientes solo y que nadie te quiere, abre una Biblia y medita en Efesios 3:18-19. ¡El amor de Dios por ti es más profundo que la Zanja Mariana!  —HDF