La serie Band of Brothers(Banda de Hermanos) de Tom Hanks y Steven Spielberg recuenta los actos heroicos de la Compañía Easy durante la Segunda Guerra Mundial. Luego de la invasión a Normandía, estuvieron en lo profundo del territorio enemigo. Tuvieron que retirarse luego de atacar cañones de artillería alemán fuertemente defendidos. Superados en número y en armamento, se pusieron a cubierto y se escondieron para una noche glacial de espera.

Cuando rayó el alba, Winters, el oficial al mando, inspeccionó su posición en su mapa del campo de batalla. Se dio cuenta de la precaria situación en que se encontraban — flanqueados por los alemanes. Pronto serían invadidos por el enemigo.

La compañía enfrentaban al menos a un batallón completo, pero no había posibilidad de retirada. Winters dividió a sus hombres en tres grupos de diez para el asalto. Era una acción valiente, osada, y audaz. No esperarían a ser invadidos — ellos emprenderían la batalla contra su enemigo.

Winters les dijo a los hombres que calaran sus bayonetas y esperaran a ver el humo rojo antes de seguirlo. Luego saltó fuera de la zanja, lanzó su lata de humo, y comenzó su solitaria carrera a través del terreno abierto.

Mientras observaban a su oficial al mando correr hacia el enemigo, los hombres esperaron hasta que saliera el humo ocultando sus movimientos para que pudieran avanzar.

Jadeando y con la adrenalina al máximo, Winters llegó a la cumbre de la colina y se encontró enfrentándose a dos batallones de infantería nazi . . . solo. Se detuvo medio segundo y luego comenzó a disparar mientras esperaba a que el resto de sus hombres se encontraran con él en la batalla. Y se encontraron con él. Habiendo sorprendido totalmente a ambos batallones alemanes, esta pequeña banda de hombres dominó completamente la posición enemiga.

La mayoría de las veces, ser un líder significa ir primero. Puede que también signifique ir solo.
Jeremías estaba familiarizado con tal llamado. Cuando Dios habló, la elección del profeta —por muy difícil que pareciera— fue clara (Jeremías 1:13). Él podía obedecer y mantenerse de pie solo —apoyándose en nada más que en el mandato de Dios— o podía emprender la retirada Si deseamos verdaderamente vivir los propósitos de Dios, responderemos de la manera en que lo hizo Jeremías.  —WC