Esta vez, la una visita al consultorio de mi oncólogo muy distinta a la primera que le hice seis meses atrás. Me sonrió y dijo, «Lea esto». Eran los resultados de mi ecografía de galo —una ecografía especial que usa isótopos radiactivos para mostrar si quedaba algún rastro de cáncer en mi cuerpo. Decía: RESULTADO DE LA ECOGRAFÍA DE GALIO: NORMAL.

Volviendo a enero, cuando se me diagnosticó linfoma folicular, los resultados de esa misma ecografía contenían varios párrafos en dos hojas de papel en vez de esa sola palabra «normal». Ese día, tuve una horrible sensación en la boca del estómago. ¿Hacia donde irá esto, Dios? Oré.

Ahora, luego de seis ciclos de quimioterapia, las células cancerígenas se habían ido — habían sido eliminadas. En este bello y soleado día del 1ro.de julio del 2004, abracé a mi esposa y oré, Gracias, Dios.

La realidad es que Dios estuvo conmigo todo el tiempo. Él conocía mi mala noticia muchísimo antes que el Dr. Scout. Dios vio mi buena noticia en camino aun cuando estaba recibiendo otra dosis de sustancias químicas en mis venas. También es verdad que Él podría haber elegido permitir que la enfermedad se propagara y me quitara la vida. Si eso hubiera pasado, Él todavía habría seguido siendo Dios y todavía habría seguido siendo bueno

Entre esas fechas del 16 de enero y el 1 de julio, Él me dio una paz «que sobrepasa todo entendimiento» (Filipenses 4:7). Claro, hubo días difíciles y preguntas. Pero las palabras de Job me permitieron descansar en los amorosos brazos – y planes – de Dios.
«¿Aceptaremos el bien de Dios y no aceptaremos el mal?» (Job 2:10).
¿Con qué situación dura estás tratando hoy? ¿Recibiste «la noticia» del doctor? ¿Hay algún amigo o algún miembro de la familia que esté experimentando alguna crisis? Éste no es un momento para echar lejos tu fe. Aquí es cuando la fe se perfecciona.

No pierdas las esperanzas. Confía en un Dios amoroso que sabe lo que está haciendo. Cuando aceptas tanto lo bueno como los problemas, Él te enseñará lecciones invalorables acerca de la fe verdadera y la vida real.

¿La mejor noticia? Él te ama y sabe por lo que estás pasando.   —TF