Dalton Conley es un sociólogo en la Universidad de Nueva York. Él y su esposa, Natalie Jeremijenko tienen dos hijos. Recientemente solicitaron el permiso de la ciudad de Nueva York para cambiarle el nombre a su hijo de cuatro años a Yo Xing Henyo Augustus Eisner Alexander Weiser Knuckles JeremijenkoConley. De hecho, gran parte de esos nombres ya le pertenecían, pero sus padres añadieron tres segundos nombres más. El niñito sugirió dos de ellos, incluyendo el de Knuckles, el nombre del perro que su padre tuvo en la niñez.

El padre del niño, Dalton, explicó que había razones específicas para todos esos nombres — desde la honra a los ancestros hasta el establecimiento de expectativas. En casa, al niño con el largo nombre se le conoce como Yo, y su hermana es simplemente E.

Puede que la lista de nombres en los primeros nueve capítulos de 1 Crónicas parezca como un puñado de nombres largos, aburridos, impronunciables y sin sentido. Sin embargo, estos nombres sirven a dos propósitos prácticos:

• Las genealogías eran importantes para brindar el marco dentro del cual los verdaderos hebreos podían establecer sus raíces familiares, y por las que se podía proteger la pureza religiosa contra las influencias externas.

• Para nosotros, estos nombres reflejan el diseño providencial de Dios. Nombres en particular (desde Adán hasta Aser, incluyendo a Abraham, Isaac, Jacob, y David) sirven como recordatorios de los tratos de Dios en el pasado y la esperanza del futuro Mesías. Cuando leemos estos nombres, podemos recordar cómo la gracia, el amor, la misericordia, el cuidado, la disciplina, y la paciencia de Dios fueron evidentes entre Su pueblo. Cuando llegamos a estos nombres en la Biblia, no debemos leerlos por encima; debemos dejar que el Espíritu Santo nos recuerde la fidelidad de Dios a Sus promesas y a Su pueblo.

Al contemplar tu propia herencia familiar, piensa en maneras en las que puedes brindar un fundamento espiritual positivo para las generaciones por venir. Pasa tiempo con otros miembros de la familia, identificando los marcadores espirituales en la vida de tu familia. Al identificar estos marcadores, podrás ver la providencia y los propósitos de Dios en colores vivos.  —MW