El rabino Schmuley Boteach dice: «Estoy absolutamente en contra de cualquier religión que diga que una fe es superior a la otra. No veo cómo eso sea en alguna forma diferente al racismo espiritual. Es una manera de decir que estamos más cerca de Dios que ustedes, y eso es lo que lleva al odio.»
Algunas personas consideran a Hechos 3:14-20 y Juan 14:6 como arrogancia, estrechez mental y un epítome de fanatismo. En una época de pluralismo y tolerancia religiosos, esta afirmación de exclusividad es políticamente incorrecta. La profesora Rosemary Radford la rotuló de «absurdo chovinismo religioso», mientras qu un rabino judío la llamó una «dictadura espiritual» que promueve el tipo de actitud petulante y superior que puede llevar al odio y a la violencia hacia personas que tienen una fe distinta.
Así que, ¿sobre qué base creemos que la afirmación de Jesús en Juan 14:6 sea cierta?
• Jesús es único en Su clasificación. Pedro proclamó a Jesús como el «Santo y Justo» (Hechos 3:14), el «Autor de la vida» (v.15). Es Aquel a quien los profetas anunciaron (v.18). Él es el Cristo (v.20). Es Aquel a quien la iglesia primitiva adoraba como a Dios.
• Jesús es único en Su obra. Jesús es quien trae salvación. A otros líderes religiosos se les considera simplemente maestros o profetas. Pero Jesús nos salva de nuestra culpa, del poder adictivo del pecado y del juicio que todos merecemos.
• Jesús e único en Su resurrección. Pedro lo describió como Aquél «a quien Dios resucitó de entre los muertos» (Hechos 4:10).
La resurrección de Jesús se encuentra en el meollo de la fe cristiana. Jesús está vivo hoy y podemos conocerlo.
Toda verdad es, por definición, exclusiva. Si la verdad no excluye, no se puede afirmar verdad alguna. La clara implicación de la declaración de Jesús, «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida» es que cualquier cosa que contradiga lo que Él dijo es falsa.
Debemos mostrar Su amor a todas las personas, pero también debemos proclamar Su verdad. —MW